martes, 28 de enero de 2014

Que te digo , que te cuenten ,que te cante y considera

Hola ,gracias por tomarse el tiempo de entrar a mi blog , significa mucho para mi , este ultimo pedazo de texto ,lo escribi oyendo un clasico latinoamericano y me gustaria que intentasen escucharlo mientras leen para ver si se puede crear una "atmosfera" parecida  http://www.youtube.com/watch?v=H7xtMmwLlFo Por una Cabeza .










Zarce, que te digo yo cuando te veo y te veo con el alma, cuando los pajaritos se llevan volando la amalgama de sentimientos que te expreso con cariño .


Zarce que te cuenten los demás, de mi esperanza por volver en ti, a ti, a través de ti y para ti sonriente y victorioso, sobre una balsa de poemas, con pose de conquistador español arribando a la costa de la esperanza.

Zarce, que te cante la belleza, la aurora plateada que me enfría las lagrimas esta mañana ventosa y dorada de enero. Que te acaricie el cabello con suavidad y reparta tu fragancia bendita por todo el mundo, y en puchitos, alegrando corazoncillos y almas en pena.

Zarce, calamidad y siniestro en mi corazón, botaste columnas y pateaste cimientos, arrancaste mi edificio de claridad mental y creaste una nube de polvo atravesada por la luna, hermosa y caótica oh Zarce .

Mi Zarce marina, ten en consideracion que la locura esta en las cosas monótonas, el día a día, el psiquiátrico no es mas que un museo de payasos, la locura esta en las calles en la gente que mira al suelo cuando el firmamento los saluda imponente y negro, la locura esta en ignorar al hermano de tu lado y despreciar al de enfrente 

 La locura estaría en no amarte y desearte con locura oh Zarce calamidad y siniestro en mi corazón . La locura esta en la monotonía que tu destruyes a diario en un cruzar de piernas.

Zarce ,ten piedad de alguien que te ve donde no estas , de quien te huele donde no hay aromas , y quien te habla al oído cuando te representa una banca calentada por cientos de atardeceres albinos.

Zarce que te digo , que te cuenten ,que te cante y considera , mi calamidad y siniestro , que ya no se quien eres pero me aferro a ti para que no me digan ,no me cuenten , no canten y por sobre todo no considerar que el firmamento no nos dice adiós.


martes, 7 de enero de 2014

Youkali

En San Jose se sentía un frió misterioso, lo sentíamos todos ,eran vientos afilados como espadones que volaban a toda velocidad por las desoladas y húmedas calles capitalinas, todos los pocos que allí nos encontrábamos buscamos refugio entre arboledas y callejones , cualquier cartón era escudo vikingo en esta contienda contra los torbellinos coléricos que se alzaban a toda voz  .
Un viento titubeante que se escurría y apretujaba entre las camisas y los pechos, levantaba pezones como se levantan las manos al dirigir una orquesta, y así pues, cada  teta se convertía en un instrumento y el viento en el guía isleño que agitaba sus ramas al sonar de un viejo tango de antaño que perfumaba toda la atmósfera de con su nostalgia.


La oscuridad el rayo de luz, la estrella a seguir.
Youkali.

Una pareja en el centro del parque  se sostenía el uno al otro sus respectivos sombreros y sonreían con una alegría desbordante y titiriteos necios, eran como cascanueces dañados, hermosos en su amor de roble sabana  acompañados en su danza amorosa con una orquesta de trompetas y cuerdas que sazonaban la escena invitando a cualquiera a entrar en su interior a sentir el olor a vainilla de su amor moreno.

Ella, vestida  de verde claro y el de verde oscuro, como dos hojas que comparten un solo corazón y se aferran al otro para no volar sin rumbo por allí o por allá a la voluntad de las trompetas celestiales.

Y allí contemplando tal perfección estaba yo que no sabía  si  el mundo se detuvo para ellos o para mí, pero lo que si se es que algo me giraba más rápido haciéndome bailar al sonar de un piano lejano y magnifico.

Él le  decía te amo y ella contestaba bajando su mirada y apretujándose al pecho vestido de traje musgo, moviendo su cabeza de un lado a otro intentando capturar en sus fosas nasales todas las partículas de amor que pudieran separarse del pecho de su amado.

El quiosquito del parque central se convirtió en una isla así de la nada y de inesperado, una isla en medio de un mar capitalino que había perdido sus aceras y sus calles en metro y medio de agua color jade y plata, poblada de peces, fantasmas y sirenas.

Pequeños veleros de madera tosca y poco refinada manejados por vendedores sonrientes eran el causante de tráfico  y muy de vez en cuando un barco de madera blanca preciosa con jaguares y tortugas tallados con precolombino empeño en su fuste.
Este navío arrancado de las entrañas de una Costa Rica lejana transitaba por la avenida segunda ahora inundada  capitaneado por ancianos Huetares y sus remos de médula de Español sobre las aguas jade y lunas albinas  de ese San Jose ahora marino  y único ,Capitanes rebeldes que aullaban como una banda de demonios que acaban de conseguir su venganza anhelada y añejada por los siglos.

En estas aguas sobre cemento , aguas limpias de imperfecciones y mágicamente cariñosas ,se deslizaba toda persona en santa paz , llevada  por el viento en una visión casi apocalíptica en el que el mismo viento acuchillante y carnívoro que antes arrancaba la decencia y pícaro excitaba pezones, se convertía en Caronte sin destino ,de una ciudad que muere en infinita belleza mas hermosa que nunca y  con sus astros plenos y la libertad al alcance de la mano  a una brazada de distancia.

Todo esto sin que el tango nostálgico parara ni por un segundo, sin que la pareja se dejara de amar  en el centro de la ronda que hacían las estrellas a su alrededor  y sin que el predicador ahora ahogado gritara desde debajo del cristal acuático que no podía romper. el poema que su dios indeciso no le dejo decir jamás.

Como Patas de gecko somos
Escamosas y ásperas,monofuncion
Como patas de gecko somos 
Aferrándonos al circo de apariencias
Como patas de gecko somos
Sostenidos del ventanal manchado de las pretensiones
Como patas de gecko somos

A veces Verdes a veces grises dependiendo del lugar.