Que seas la estrella fuera del navío, la tristeza del bolero y la portada de mi libro favorito.
El miedo a caer y el caer en cuenta que eres más de lo que quiero que seas.
Frontera y salvaje, una alabanza ahogada de un coro de ranas drogadas.
Las raíces en
la tempestad, la canela y la miel de un café mal preparado.
El dolor de un corazón roto.
Los colores del invierno.
El verde
del monte.
El humo que
me achina los ojos y la sangre espesa de la madera milenaria.
Eres la sal
en mi piel, la constancia de las olas, el viento y sus puñales.